[one]Todos sentimos alegría y placer cuando logramos tener lo que queremos, ropa nueva, un nuevo trabajo, una deliciosa cena, tener un nuevo celular o una nueva casa. Sin embargo, estas cosas cobran sentido cuando les das el uso necesario para estar con otros, por ejemplo: lucir agradable para alguien que quieres, para servir a quien lo necesita, para hablar con tus amigos o simplemente para compartir.[/one]

[one]Y seguramente, en tiempos de cuarentena será más fácil darse cuenta de esto, las cosas no llegan a ser suficientes para lograr la felicidad o por lo menos la tranquilidad que tanto buscamos. Por eso hoy te compartimos 4 hábitos – prácticas diarias, que de manera repetitiva generan una manera particular de actuar – que desde la PNL te ayudarán a tener relaciones felices y así hacer el día a día más llevadero y disfrutar cada vez más de convivir con otros.[/one]

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  1. Trabaja en tú comunicación

En Programación neurolingüística, PNL, somos expertos en comunicación, como ninguna otra disciplina. Y tenemos en claro una cosa, “el resultado de la comunicación es el que obtienes, independientemente de tú intención”. En palabras más sencillas, si no te sabes comunicar de manera adecuada, si no dices las palabras, tonos y gestos asertivamente, siempre te estarán diciendo cosas como, “es que tú no me escuchas”, “tú no me entiendes”, “yo no te importo”. A pesar de que tú sientas el cariño más grande por esa persona y jamás te gustaría hacerle daño.

Para esto puedes trabajar en algo muy sencillo: identificar cual es el canal predominante con el que perciben mundo las personas con las que convives e interactúas, aunque no lo puedas entender en totalidad, si puedes ver cuál es el sentido que más utilizan para percibir el mundo; si son sus ojos, sus oídos o sus sentimientos.

De está manera, una persona que entiende más el mundo por los ojos va a ver el mundo en imágenes, lo más importante para el o ella es como todo se ve. A este tipo de personas puedes resaltarles que hayan trabajado en verse bien durante horas o que la casa haya quedado muy limpia.

El auditivo: Ellos valoran mucho la armonía en el sonido y las cifras contundentes y argumentadas; con ellos puedes esforzarte por mantener conversaciones interesantes y llenar la casa de sonidos armónicos.

Finalmente, los kinestésicos o sensitivos, ellos aprecian mucho la comodidad y que sus sentimientos sean escuchados y valorados. Al acercarte a ellos pon atención a lo que sienten y hacerlos sentir cómodos, así se sentirán queridos.

 2. Sé auténtico

Al haber identificado el canal de comunicación con las personas que convives o hablas, no significa que vayas a ser una persona diferente con cada una de ellas, esto es algo en lo que podemos caer con facilidad, pensando que así las personas estarán a gusto con nosotros.

¡Por favor evita al máximo esto! Tendrías que ser una persona diferente con todos y esto es agotador, podría generarte estados de ansiedad por no saber quién eres o tristeza por no ser algún prototipo en particular.

El identificar el canal, significa que vas a poner prestar más atención a detalles, a palabras y gestos que te permitirán comunicarte mejor. El comunicarte de manera asertiva te ayudará a conocer a los demás y conocerte mejor a ti mismo, no a buscar complacer a todos.

  1. Trabaja en la manera en la que te ves a ti mismo

Es fundamental que puedas invertir tiempo en reflexionar sobre las cosas que te hacen similar a los demás y también lo que te hacen diferente. Sobre todo, fijarte en tus cualidades y fortalezas, más que en las cosas que necesitas mejorar. Tú energía y resultados se orientarán hacia donde va tú pensamiento, así que si todo el tiempo piensas en lo que haces mal y te falta, vivirás con una visión negativa sobre ti mismo y los resultados de tú entorno jamás mejorarán.

Este cambio lo puedes hacer en segundos pensando constantemente, “me amo y me acepto tal y cómo soy”. De la manera en la que te percibas trates, así mismo te verán y tratarán los demás.

  1. Acepta y da regalos

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No sólo en los cumpleaños se dan y reciben regalos. Llenar el día a día de regalos y detalles llenos de cariño – recoger tus cosas, hacer un poco más de lo que te corresponde en casa, hablar con alguien que está triste – hará la diferencia en la disposición con la que las personas se acercan a ti. El hecho de pensar en los demás y quererlos de la manera en la que ellos se sienten queridos, te permitirá abrirte a nuevas opciones y experiencias que le darán sentido a tú vida. Del mismo modo que recibir regalos con cariño te permitirá seguir creciendo en un amor propio sano y abrirás tus canales para merecer más y mejores cosas.

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[one]Estos 4 hábitos: trabajar en tú comunicación, ser auténtico, trabajar en la manera en la que te ves a ti mismo y aceptar y dar regalos, crearán en ti nuevas programaciones que te ayudarán a vivir en una disposición de apertura, servicio y merecimiento, logrando que la relación con los demás y contigo mismo sean felices y tranquilas.[/one]

Serás Libre, ¡siempre contigo!

 

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